Diario Hoy
André Jaramillo vivio cuatro años de su vida en los Estados Unidos. Al cabo de este tiempo se preguntaba qué camino debia tomar, regresar al Ecuador o continuar en el país del norte.
Finalmente decidio volver, pero no con las manos vacias. Trajo consigo la distribución de la franquicia Life is Good, una marca de ropa que por cada venta destina $1 a proyectos para niños.
La meta en noviembre del año 2007, cuando Jaramillo abrio su primer punto de venta en Quito, era contar con 10 locales en tres años. Hasta mediados de año se espera que cuatro locales franquiciados ofrezcan los mas de 900 productos al publico, con una expectativa de venta de $1 millón al año [mas]
Publicado Huasi Pichai
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April 25, 2008
Una franquicia de éxito depende del talento del dueño